Bajo el nuevo paradigma, se entiende al suelo como un organismo vivo, compuesto por muchos grupos de colonias de microorganismos denominados consorcios microbianos que trabajan mancomunadamente para un fin determinado: dar vida a las plantas. Este suelo, no sólo debe estar vivo, sino también, sano.
Con miras a resolver parte del impacto ambiental y socio-económico que se generan desde hace muchos años en la producción agrícola, ganadera, industria, agropecuaria y demás actividades humanas, a partir de malas praxis que llevan a la degradación de los suelos, proponemos un trabajo integral que ataque varios frentes.
Es un proceso que lleva a la generación de plagas y enfermedades endémicas, a la producción de alimentos con baja calidad nutricional, al incremento de la huella de carbono y de agua, a las inundaciones frecuentes y a la contaminación del suelo, de las napas y de las plantas que consumimos, ente otros males.
Pero a su vez tienen impacto económico debido a altos costos de energía y la dependencia de insumos de síntesis química de alto valor.
Gracias al uso de la Biotecnología EMO prevenimos o a revertimos dichos procesos degradativos y patogénicos a través del reemplazo parcial o total de las sustancias sintéticas por un paquete de bioinsumos con cientos de especies microbianas que mejoran la calidad biológica del suelo y la biodiversidad microbiana foliar.
La tecnología apunta a la bio-regeneración de suelos y lleva más de 20 años de desarrollo en el país. Lo producido bajo este formato se puede certificar como “producción sustentable” o bien se puede llegar a “producción orgánica”.
Se analiza la actividad biológica de cada suelo, para lo cual se utilizan técnicas con imágenes satelitales que identifican los distintos biomas o bio-ambientes de los cuales se extraerán muestras de suelo para ser estudiadas bajo técnicas cromatográficas.
Para cada situación se arma un bio-tratamiento específico que contiene los consorcios microbianos y demás sustancias orgánicas que aportan energía y nutrientes.
Se lleva a cabo un seguimiento satelital y a campo de cada bio-tratamiento usando herramientas de medición de savia y de suelo.
Los siguientes son algunos de los casos en los cuales se recomienda el uso de la Biotecnología EMO:
El uso constante de los bioinsumos del paquete revierte procesos de compactación y reduce las posibilidades de que se vuelva a compactar.
El uso excesivo de biocidas y de fertilizantes de síntesis química acumula sustancias tóxicas en el perfil de suelo que pueden ser removidas por los
bioinsumos de la Biotecnología EMO.
Pueden ser recuperados con el uso frecuente del paquete de bioinsumos.
La pérdida de la fertilidad y de estructura por erosión se puede recuperar con el uso frecuente de bioinsumos.
Son totalmente mejorables aquellas áreas que
contienen grandes concentraciones de patógenos a través del aumento de la biodiversidad microbiana.
Normalmente pierden gran cantidad de nutrientes y agua por lixiviación y por percolación, pero se puede reducir tal pérdida por el uso frecuente de los bioinsumos.
El efecto negativo que deja el agua en exceso puede ser revertido por el uso de nuestro paquete de bioinsumos.
Se puede aumentar fácilmente el contenido de materia orgánica oxidada y oxidable para lograr mejores resultados productivos.
La salinización es un proceso que, salvo que sea natural del lugar, se genera a partir de malas praxis agronómicas que reducen el humus o bien que no lo llegan a producir. La falta de humus crea suelos fácilmente salinizables.
Con nuestra tecnología se puede trabajar sin problemas de impacto ambiental negativo.
El uso frecuente de esta tecnología, además de mejorar la huella de carbono, reduce la huella de agua.
Para la implantación de la Biotecnología EMO en su negocio, por favor contacte con nosotros
para recibir más información y asistencia técnica personalizada.